En esta primera novela de Tania Barberán, contada a siete voces, los relatos de múltiples tramas paralelas evocan imágenes ancladas en la realidad, una que es siempre política. Con un lenguaje cuidado, abierto al experimento, y finalmente conmovedor las voces nos describen personajes que trazan nuevos caminos, que construyen otras veredas para buscar, entre paredes y grafitis, dónde posarse.