El periodista norteamericano, residente en México, Jonh Gibler pone en las manos del lector un puñado de salmos breves para ser leídos bajo una balacera. Confluencias con el tranvía girondiano y la canción desesperada de Neruda. Pero, Gibler también se vale de Cesar Vallejo y de algunas atmósferas de Nicanor Parra y Ernesto Cardenal: irreverencias lingüísticas del peruano; lúdicas ironías del chileno; acuses proverbiales del nicaragüense.